Plazoleta Velez Sarfield
Originalmente la Plaza Vélez Sársfield estaba ubicada en la intersección de las Avenidas Bv. San Juan y Vélez Sársfield.
Se trataba de una plaza circular, en cuyo centro se encontraba colocada una hermosa estatua en homenaje al Dr. Dalmacio Vélez Sársfield, que le daba el nombre al espacio.
La estatua de Vélez Sársfield fue realizada por el artista italiano Tadolini en Roma, luego transportada en barco hacia la Argentina y traída a Córdoba en ferrocarril.
La obra fue inaugurada en el año 1887. Está confeccionada en bronce y en su base existen fragmentos, también realizados en bronce, relativos a la vida y obra del Dr. Vélez Sársfield, como por ejemplo, la llegada del ferrocarril a la Argentina en el año 1870 y la redacción del Código Civil, obra que lo consagró a nivel histórico.
La Plaza Vélez Sársfield, durante la década de 1950, no fue sólo un lugar de paseo, sino que se posicionó como un epicentro social, político e ideológico, donde desarrollaban sus actos los partidos políticos y el movimiento obrero.
En el año 1969, el Intendente de la ciudad de Córdoba, el Arquitecto Taboada, decidió trasladar de lugar la Plaza Vélez Sársfield, por razones urbanísticas, frente a la necesidad de ampliar el Boulevard San Juan.
Es por esta razón, que la gran estatua del Dr. Dalmasio Vélez Sársfield fue transportada a un espacio parquizado, situado al costado del edificio del Seminario Auxiliar Nuestra Señora de Loreto del Arzobispado de Córdoba, donde se encuentra hasta la actualidad.
Este lugar, durante muchos años se conoció popularmente bajo el nombre de Plaza del Oso, porque allí estuvo ubicada desde largo tiempo la escultura de un Oso Polar, obra del escultor catalán Barral, quien se inspiró en los dibujos del pintor Roberto Viola.
La ubicación del Oso Polar en este espacio fue totalmente fortuita. A principios de la década de 1950, se inauguró en Córdoba el Puente Antártida Argentina y para su ornamentación, un funcionario municipal encargó a Barral y a Viola la escultura de un oso polar, a los fines de ubicarla en una plazoleta contigua al puente, sin tener en cuenta que estos animales nunca habitaron en la Antártida Argentina.
Mientras se trasladaba el Oso Polar hacia el flamante puente para ser emplazado, el capataz de la obra advirtió la enorme equivocación y ordenó su regreso. El regreso de la estatua hacia el centro de la ciudad se realizó en coincidencia con la Revolución Libertadora del año 1955. Cuentan los relatos populares, que cuando el camión que trasladaba la estatua regresaba hacia el centro de la ciudad de Córdoba, un grupo de manifestantes lo detuvo, con la intención de apropiarse del vehículo, para utilizarlo en su piquete revolucionario.
Los activistas bajaron la pesada estatua del Oso Polar en lo que actualmente se conoce como Plaza Vélez Sársfield y allí permaneció por mucho tiempo.
 

Plazoleta Jeronimo Luis de Cabrera
La Plazoleta del Fundador se encuentra ubicada en el microcentro de la ciudad de Córdoba Capital, entre las calles Obispo Trejo, 27 de Abril y Pasaje Santa Catalina, detrás de la Iglesia Catedral, a una cuadra de la tradicional Plaza San Martín.
Construida en el año 1952, esta Plazoleta posee una escultura en homenaje al fundador de la ciudad de Córdoba, Don Jerónimo Luis de Cabrera, realizada por el escultor local Horacio Juárez. Antiguamente en este espacio se encontraba el Seminario de Nuestra Señora de Loreto, que fue demolido.
Desde el año 1577, el Pasaje Santa Catalina, con sus tradicionales muros coloniales, separa a la Iglesia Catedral del Cabildo Histórico de Córdoba.
La Plazoleta del Fundador fue restaurada y puesta en valor por el Gobierno de la Provincia de Córdoba, con la colaboración de la Municipalidad de Córdoba y la Asociación Córdoba Nuestra.
La obra fue inaugurada en el mes mayo del año 2010, en el marco de los festejos por el Bicentenario de la Patria e incluyó la colocación de piso con pórfido patagónico, farolas de hierro fundido, canteros con sistema de riego, renovados bancos y la remodelación de la tradicional fuente de agua del monumento.
Durante la noche, las nuevas farolas, junto a los cómodos bancos y el sonido de agua de la fuente iluminada, conforman el marco perfecto para un paseo tranquilo de toda la familia.
 
Plaza san martin
Es la vieja Plaza Mayor del trazado de la fundación, y epicentro del área histórica de la ciudad.
1577: Fue concebida como “Plaza Seca”, donde se realizaban paradas militares, procesiones y corridas de toros. También se ejecutaba a condenados a muerte en el período hispánico.
Inicialmente cercada por alfalfares y por algunas acacias, su primera forestación se inició en la segunda mitad del siglo XIX.
En el año 1916 se instaló el monumento central en homenaje al Gral. José de San Martín, una estatua ecuestre donada por los escultores Fontana y Locatti.
Dos fuentes de mármol de Carrara realizadas por José Allio embellecen este paseo, siempre colmado de palomas.
Un monolito ubicado en calle Buenos Aires, uno de sus laterales, da cuenta del Km 0 de Córdoba, y punto de partida de todas las rutas provinciales.
La Plaza San Martín fue y será por siempre el corazón de la ciudad, donde se viven los acontecimientos más importantes de esta comunidad que la tiene como su gran símbolo.

La Plaza San Martín es un espacio verde ubicado en el núcleo de Córdoba, Argentina, casco histórico y actual microcentro.
Su emplazamiento fue planeado por el teniente gobernador Lorenzo Suárez de Figueroa en 1577, luego de cuatro años de la fundación de la ciudad. En ese primer trazado urbanístico de 70 manzanas en damero, la plaza se estableció en el centro de la ciudad, y en las manzanas contiguas se emplazaron los edificios más importantes: el Cabildo y la Iglesia Catedral.
Durante la época colonial fue la Plaza Mayor de la ciudad de Córdoba, donde se realizaban ferias y fiestas patronales o cívicas e incluso corridas de toros. En realidad era la única verdadera plaza ya que, como en las ciudades de fundación española, las otras zonas no urbanizadas de la ciudad era baldíos llamados "huecos". El virrey del Río de la Plata, Rafael de Sobremonte, hizo instalar las primeras farolas durante el año 1790.
En 1901 el paisajista francoargentino Carlos León Thays fue quien diseñó el parquizado promoviendo el arbolado con lapachos, tipas, plátanos de Virginia (llamados en Córdoba: carolinos) y magnolias. La Plaza San Martín posee además una densa arboleda con caducifolias e incluso algunas palmeras subtropicales.
Desde el año 1916, José de San Martín, el prócer argentino y americano, tiene un monumento ecuestre de bronce que se asienta sobre una base exornada con bajorrelieves también de bronce que recuerdan las campañas libertadoras.
Otros elementos ornamentales de la Plaza San Martín son una lámpara votiva y una pequeña fuente-laguna de contorno octogonal que ocasionalmente alberga peces rojos de la especie llamada pampa.
Rodean a la Plaza San Martín las calles Independencia (flanco noroeste), Rosario de Santa Fe (lado noreste), Buenos Aires (lado sureste) y San Jerónimo (lado suroeste). Esta plaza tiene sus lados aproximadamente orientados de S.E. a N.O. y de S.O a N.E. formando un cuadrilátero de 102 m por 115 m. El cuadrado original se modificó cuando se amplió el ancho de la calle Independencia.
La plaza San Martín tiene un valioso entorno edilicio en el que se destacan construcciones del tiempo de la colonia española, por ejemplo: la Catedral, el Cabildo, entre ambos citados edificios el Pasaje Santa Catalina, el convento y museo de las Carmelitas Descalzas (más conocido con el nombre de Iglesia y convento de las Teresas), la Oratorio del Obispo Mercadillo (en la calle Rosario de Santa Fe 39), además de edificios del siglo XIX y XX como el Teatro Real, la sucursal principal en Córdoba del Banco Nación Argentina, el edificio del Banco de la Provincia de Córdoba (sucursal Catedral), la Sucursal del Banco Hipotecario.
 
Plaza Italia
La Plaza Italia se encuentra ubicada en el microcentro de la ciudad de Córdoba Capital, frente al Palacio Municipal 6 de Julio, en la esquina de las calles 27 de Abril, Marcelo T. de Alvear y Ayacucho.
En el año 1976, la Municipalidad de Córdoba denominó a este espacio público “Paseo de los Inmigrantes”; pero por Ordenanza del 18 de Julio de 1980 este solar pasó a denominarse “Plaza Italia”, nombre que se impuso definitivamente a partir de su inauguración, el 8 de Julio del año 1982.
La Plaza Italia fue concebida como un homenaje a los inmigrantes italianos y a la nación italiana por todo lo que representa en la historia de la humanidad. La intervención arquitectónica fue realizada por el Arquitecto Miguel Ángel Roca.
El elemento simbólico que la convirtió en patrimonio de la comunidad italiana, fue la figura de la loba que dio de amamantar a Rómulo y Remo, fundadores de Roma, la cual se puede apreciar desde la calle 27 de Abril, además de la representación de los principales ríos de Italia que convergen en el paseo artesanal. Esta voluntad simbólica significativa, inédita en la provincia de Córdoba, trata de inscribir culturalmente a la Plaza Italia, en el marco de las ciudades contemporáneas.
Fue muy importante en esta obra, el aporte del Consulado de Italia y de la comunidad italiana en la ciudad de Córdoba.
Arquitectónicamente la Plaza Italia sigue los criterios españoles de “Plaza Seca”, con una importante presencia del cemento y empedrado del piso, dos rasgos muy característicos de los diseños del Arq. Roca. Este espacio fue definido como un Llamador de Atención, con elementos sobresalientes que captan la atención del peatón y lo invitan necesariamente a fijar su mirada, despertándole la curiosidad de recorrer su interior.

Plaza Italia

Ubicación: Ciudad de Córdoba, Córdoba, Argentina
Destino: Plaza pública
Año de Proyecto : 1980
Año de Realización :  1982
Superficie:
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La Plaza Monumento a Italia está conformada de tres glorietas, recuerdan las fuentes de Plaza Navona de Roma, todas erigidas en colinas. Así, estas aparecen aquí montadas en colinas de pirca de piedra, celebrando el origen de las aguas de los tres ríos mas relevantes de Italia que desembocan en el Mediterráneo y que atraviesan memorables ciudades, el Po, el Tiber y el Arno. Toda esta voluntad simbólica significativa, inédita en la provincia, trata de inscribir a ésta culturalmente en el marco de las ciudades contemporáneas memorables, jalonadas por hitos y relevantes conjuntos pero nunca apartándose de una atmósfera histórica local.
 


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